jueves, 26 de febrero de 2015

MI GENERACIÓN II

Y así fue, nos olvidamos de luchar por nuestra generación, lo que nos afectaba, lo que nos condicionaría nuestro futuro, el resto de nuestra vida, así como la educación, esa en la que solo se valora lo bien que memorizas un tema y lo rápido que lo olvidas una vez pasas el examen, y no se valora el esfuerzo, la comprensión y el trabajo diario. Esa educación con la que nos entró la fiebre de la “titulitis”, consecuencia de tantos “ni-nis”, necesaria ahora para trabajar en la gran mayoría de empleos. Esa educación que cada gobierno cambia a su antojo, no para enseñar a nuestros niños, sino para adoctrinarles en lo que ellos crean necesario, adoctrinarles en el consumo y en la emigración, “niños, el futuro es irse a otros países a trabajar”, y así pasa, que nuestros científicos, intelectuales, para entendernos, cerebritos, se nos van de nuestro país y nosotros tenemos que aguantar a analfabetos, maleducados, para entendernos, imbéciles, saliendo en la tele o en revistas de poca monta ganando tanto o más que alguien que ha estudiado. Esa educación donde al que destaca en algún área no se le refuerza ni se le protege de las burlas de sus compañeros, donde el farrullero de turno tiene más protección que el alumno que verdaderamente vale o la necesita, esa educación donde los alumnos con necesidades educativas especiales, con el gobierno de hoy día, cada vez tiene menos profesores a su disposición, esa educación que dice, se favorece la diversidad pero intentan que todos, absolutamente todos, remen al mismo tiempo y donde, en efecto, no se les educa en la diversidad. Esa educación de inclusión mal entendida, esa escuela a la cola de Europa.
   Esa escuela, que, ay, como decía el poeta, hace que me duela España.


(Y por el momento aquí lo dejo. Irán saliendo más temas a colación de mi generación, pero este de la educación quería tocarlo. Ahora, piensen. Si no es mucho pedir.)

miércoles, 25 de febrero de 2015

VERSIONES IMPOSIBLES #3. THE GIRL FROM YESTERDAY de GIGOLÓ AUNTS

Pues sí, a nuestros músicos también los versionaron... En este caso "La chica de ayer" de Nacha Pop
Oigan, oigan.

viernes, 20 de febrero de 2015

MI GENERACIÓN I

Mi generación, (soy del 88), tengo la sensación de que la mayoría añoraba una guerra civil, algo por lo que luchar, algo con lo que identificarse, y así lo hacían, unos identificándose con otros y otros haciendo lo mismo con unos.
   Esto nos llevó a olvidarnos de luchar por nuestro tiempo, por lo que nos afectaba verdaderamente. No aprendimos bien la lección de nuestros abuelos o bisabuelos. Lo que nos querían decir es que luchásemos por nuestro tiempo, no por su memoria. Las heridas, las cura uno mismo, no necesitan legión que las cure. Las heridas se quedan en cicatrices, y esas nadie las borra ni las honra. Mi abuelo me contó que en su pueblo, los republicanos mataron a sangre fría, en la plaza del pueblo a todos los frailes y monjas que allí había, al principio de la guerra, y el solo era un niño. Poco me contaba de la guerra, prefería contarme cómo vivió la transición, al igual que hace mi padre recordándome, en algunas charlas de sobremesa y vino como fueron sus primeras elecciones, como vivió el golpe de estado y por ahí. Al contrario que su abuelo, mi bisabuelo, que supimos que lucho en Teruel muchos años después de la guerra porque lo vimos en un documental de la tele. Él nunca contaba nada, nunca guardó ningún papel, ninguna foto, nada. Sólo sé que después de la guerra, en el pueblo, la Guardia Civil le hacían la vida imposible. Quizá esa fuese la mejor manera de borrar cicatrices, o de vivir con ellas, porque nadie hubiera sido capaz de honrar ni de curar esa cruel cicatriz de la guerra, la posguerra y la dictadura. Y esto último es lo que mi generación no supo, o no quiso ver. O tal vez, les diese morbo creerse abanderados de un tiempo pasado. (En el fondo creo que nunca supieron verdaderamente lo que es una guerra, y eso que mi generación nos criamos con la guerra de Bosnia, y siguientes)

miércoles, 18 de febrero de 2015

VERSIONES IMPOSIBLES #2. COMO YO TE AMO de NIÑOS MUTANTES

Para mí de las mejores versiones de una canción.
Niños mutantes versionando "Como yo te amo" de Rossío Jurado
Oigan oigan.

martes, 10 de febrero de 2015

VERSIONES IMPOSIBLES #1. ESTA TIERRA ES NUESTRA de NACHO VEGAS Y ROBERTO HERREROS

En esta sección no hablaré mucho. Solo diré quien canta y qué versionan. Ustedes juzgarán.



Nacho Vegas y Alberto Herreros cantando "Esta tierra es nuestra" versión de "This land is your land" de Woody Guthrie.

Oigan oigan.




lunes, 2 de febrero de 2015

EN NO TAN BUENA FORMA

Hoy, después de unos cuantos meses, he vuelto a salir a correr (o a hacer running, como dicen ahora) y sí, lo reconozco, yo antes era capaz de correr los 10 kilómetros sin entrenar en 50 ó 55 minutos, pero hoy solo he aguantado 4 en 21.
   En fin, solo toca volver a recuperar esa marca, siempre y cuando, y no es excusa, la rodilla, ay, la maldita rodilla me lo permita y no me haga tener ese incómodo cosquilleo desde el gemelo al pie. El médico dice que no tengo “ná”, pero bueno, habrá que volver a suplicar una revisión en condiciones.
   Cierto es que llevo unos cuantos días “bicicleando” y con sensaciones muy buenas sin molestias en la dichosa rodilla ni nada de eso, pero claro, correr requiere quizá más esfuerzo, y más impactos y carga directa contra la rodilla, pero hay algo común en las dos actividades que me encanta. 


   Por donde llegaron los olivos y las viñas, por donde vinieron los naranjos y la pasta, por donde navegaron y naufragaron miles de barcos, por donde vivieron y surcaron piratas, por donde Odiseo firmó su viaje. El Mediterráneo. Eso es lo común en las dos cosas. Correr o “biciclear” al borde del Mediterráneo, girar la cabeza y perder la mirada más allá de los barcos, de las nubes, de la última luz del sol. Respirar el yodo, oler la sal, y si afinas el olfato, los días de mar un poco revuelto, eres capaz de oler los cangrejos entre las rocas y las algas que se arremolinan en los pantalanes, en las rocas y en los bucles de las olas en las orillas. Y oír el mar romper o los susurros del agua en calma. La espuma apagándose. Y todo es mejor, si es con Ella.
   Pero aquí estoy, aún con las mallas y las zapatillas de correr y recordando aquel otro (de tantos) blog que empecé a escribir cuando quise prepararme para la media maratón y que la rodilla, otra vez más, no quiso que completara. Estos días planteé la opción de participar en un duatlón “sprint”, pero… bueno, ahí se queda, en un pero, de momento, seguir disfrutando de bordear el Mediterráneo.

(Por cierto, el Exile on Main St. De los Rolling encaja muy bien con el Mediterráneo.
Y ahora, mientras escribo y me relajo, suena Suply and demand, de Amos Lee)